"…Cuando los halagos se repiten,
todo parece perfecto en su imperfección,
todo lo malo parece ser superado.
Cuando los halagos cesan
y llegan palabras frías
todo cambia bruscamente,
todo se viste
con el triste manto de la imperfecta realidad,
sin embargo aparece una sensación de libertad,
uno parece no estar ya atado a lo que antes alababa.
Con un halago todo se puede conseguir
sin él la lucha está abierta."
20-6-1992
OTÓN
Anuncios